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El papel de las religiones y su función en nuestra sociedad: ¿Todavía tienen buena influencia?

Tesis: El papel de las religiones es fundamentalmente positivo, necesario y enriquecedor.

 

Según la opinion de K. Armstrong, las religiones todavía tienen una influencia buena de manera que pueden ayudarnos a actuar más abnegados, altruistas y también circunspectos en y con nuestra sociedad del presente. Ella pone el ejemplo de la religión hindú que trata del medio ambiente y además hace mención de las religiones monoteístas cuales destacan la importancia de justicia, igualdad, paz y, - hoy en día como en el pasado, - están hablando por los pobres. Como siempre tenemos seres humanos como participantes de las iglesias o confesiones religiosas, nunca vamos a tener comunidades infalibles: Nosotros nos estrellamos contra nuestro egoísmo, - como se puede ver con la cruzada o, más actual, con los conflictos en el Oriente Próximo, - pero a causa de esto sin embargo es muy importante que no terminemos de intentar llevar estos valores a la práctica.

 

 

Cuando leí la entrevista por la primera vez, inmediatamente tuve que pensar en las grandes revoluciones de nuestra historia: Martin Luther por ejemplo siempre quería traducir la biblia al alemán, porque pensaba que el mensaje de este libro era tan importante que podría revolucionar la sociedad. En su libro „Sobre la libertad de un cristiano“ escribe que sea muy importante que cada persona use la mente – que Dios le había dado – para pensar por sí mismo. Ser un hijo o una hija de Dios ya no era algo que se tenía que ganarse con acciones o la remisión sino un regalo de gracia que, de esta manera, posibilitó una nueva forma de libertad. Desde mi punto de vista – y según muchos historiadores – eran estas ideas el fundamento por muchos filósofos de la ilustración. „Sapere aude“, - como Kant diría. 

De igual forma los diez mandamientos todavía forman la base de nuestras leyes e influyen la manera en la que pensamos o hablamos sobre el valor de una vida y la dignidad humana. La regla de oro ensaña un comportamiento considerado a todos y muestra que la libertad de cada uno debería terminar donde limita la libertad del otro. Sin esta regla ni comunidades no sociedades funcionarían. Pero nos dice más: No solo debemos amar a nuestros amigos, sino a todos y con este fondo guerras y otros actos violentos tendrían que estar de sobra.

En tercer lugar, los valores del papel de las religiones ofrecen orientación en un mundo que se cambia con mucha velocidad: Fueron sobre todo las iglesias fieles a la biblia que decidieron no seguir los ordenes del nacionalsocialismo y podemos aprender mucho de creyentes como Nelson Mandela, Dietrich Bonhoeffer o Martin Luther King.

 

Por último, las religiones nos abren nuevas perspectivas y nazcan el deseo de que todos los pobres o sufrientes reciban ayuda y amor. Muchos misioneros deshabitan su casa y su país para actuar y cambiar algo en nuestro mundo, porque la religión nunca solo habla de algo, sino siempre quiere que cada uno se pone activo, también. Santiago, en concreto, escribe, que „la fe sin obras es fe muerta“. 

Yo podría terminar aquí, pero con todos estos argumentos he llegado a otra conclusión que me parece muy importante: Es verdad, que todas las religiones tienen un contento enriquedor y hoy en día tenemos problemas con decidirnos por algo o, aún menos, afirmar que sabríamos que sea la verdad objetiva. Pero yo pienso que tiene que existir esta verdad y que no es suficiente solo eligir un parte que me gusta de cada religión, porque esto no va a guiarme a una posición y convicción auténtica ni pertinente en si misma. Y una posición así necesito si quiero actuar con convencimiento. He hablado con un amigo, cristiano converso procedente del islam, que dijo: „Antes siempre tenía miedo porque sabía que nada de lo que hago puede ser suficiente por mi Dios, pero aquí, en Alemaña he conocido a Dios en una manera totalmente diferente.“ Lo que quiero decir es que en este caso las acciones tal vez eran iguales o, a lo menor, parecidos, pero la motivación no era la misma: Como cristiana, por ejemplo, creo, que sin el poder de Dios y sin el perdón de Jesús haya cosas que no podría hacer. Las hago sin embargo porque estoy confiada que es su espíritu que me ayuda. Pero si no tendría esta confianza, tampoco tendría la motivación tratar cada persona como una creación amada de Dios. Como Hindu por ejemplo también trataría cada individuo con respecto, pero las razones en este caso serían otras. En algunas areas a primera vista no hace una diferencia, pero otros aspectos son mundos seperados y en consecuencia solo causaría mucha confusión si no me decidiría por lo que pienso que es la verdad. En fin, cada uno tiene que hacer una decisión para experimentar si esta confianza es justificada o no.

 

El papel de las religiones tiene el poder mejorar nuestra sociedad, pero eso solo puede funcionar, si la gente está convencida de lo que cree. Relgión puede ser algo útil, eso sí, pero sobre todo debería ser una relación entre Dios y persona o, – en los casos del budismo o hinduismo, - una convicción auténtica. Revolución en un nivel político y estatal siempre empieza en el corazón de cada uno.